El pasado 1 de diciembre, y tras ocho años de trabajo, entró en vigor el nuevo texto que sustituye al Tratado de Niza aprobado en 2001. Destaca por renovar las instituciones europeas, sobre todo en materia de política exterior y en dar más poder al Parlamento Europeo.
Desde sus orígenes, la construcción de la Unión Europea se ha basado en Tratados negociados por los Estados miembros. Con la entrada de nuevos países a la UE (10 más en 2004 y otros dos en 2007), el Tratado de Niza firmado en 2001 se había quedado obsoleto, puesto que se realizó con los 15 países de aquel momento. Además, la ampliación ha complicado la toma de decisiones, porque siempre hay algún Estado miembro que bloquea la aprobación de una normativa. Así las cosas, los Veintisiete decidieron tomar cartas en el asunto e impulsar la democracia europea y la eficacia de las instituciones a través de la Constitución Europea. Sin embargo, Francia y Países Bajos truncaron el plan con sendos â??noesâ?? en referéndum. Ante esta crisis institucional, los 27 jefes de Estado y de Gobierno decidieron lanzar el Tratado de Lisboa en 2007.
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