Las obras de la primera fase de ampliación del enlace de Armiñón han finalizado con la puesta en servicio de la nueva bifurcación de dos carriles que conecta la autovía A-1 y la antigua autopista de peaje AP-1 sentido Burgos/Madrid tras una inversión de cinco millones de euros. Estas obras comenzaron en la primavera de 2024 y se han prolongado por espacio de un año.
La primera fase de ampliación del enlace de Armiñón ha consistido en ampliar de uno a dos carriles la conexión entre la autovía A-1 y la autopista AP-1 sentido Burgos/Madrid para dar solución a las retenciones que se generaban en dicho punto en picos de circulación como Semana Santa y vacaciones de verano, y reforzar así la seguridad vial de las decenas de miles de conductores/as que atraviesan diariamente este nudo.
Si la autovía A-1 contaba hasta ahora a la altura del enlace de Armiñón con tres carriles y la conexión con la AP-1 se realizaba a través de una salida ordinaria, la A-1 pasa a disponer ahora de tres carriles que van aumentando de forma progresiva primero a cuatro y más tarde a cinco carriles a medida que se aproxima al enlace. Finalmente, los dos carriles de la derecha terminan bifurcándose y conectando con la autopista AP-1.
Segunda fase
La Comisión de Seguimiento del convenio, integrada por ambas Administraciones, ha celebrado hoy una reunión para adecuar el convenio y actualizar la financiación de la segunda fase del proyecto de ampliación del nudo de Armiñón. Esta segunda fase consistirá en aumentar la AP-1 de dos a tres carriles hasta su confluencia con la A-1 dirección Vitoria-Gasteiz y suavizar el trazado para mejorar la seguridad y comodidad de las personas usuarias.