Las principales conclusiones del informe «Balance económico, fiscal, social y medioambiental del transporte en España», publicado por el Centro de Investigación del Transporte de la Universidad Politécnica en colaboración con el Grupo Alsa y la Fundación Corell, son que el transporte por carretera es en España el modo que más contribuye fiscalmente debido a su alta imposición tributaria específica. La contribución económica del transporte de viajeros y mercancías por carretera compensa con creces las externalidades que genera. Las subvenciones a los operadores y usuarios del transporte se concentran en el transporte de viajeros urbano y metropolitano, mayoritariamente por ferrocarril.
La fiscalidad específica de la carretera se sitúa por encima delos 16.500 millones de euros a año, muy superior a la aplicada en los demás modos de transporte. Así lo refleja el informe ‘Una aportación a las arcas públicas ocho veces superior a la del sector aéreo -la segunda en el ránking-, que supone para el sector 1.970 millones de euros. En tercer lugar, el marítimo, aporta 700 millones de euros netos, mientras que el ferrocarril no solo no aporta, sino que debido a las subvenciones es receptor neto de 1.688 millones de euros.
El informe señala que la exención del Impuesto Especial de Hidrocarburos (IEH) para el ferrocarril, el transporte marítimo y el aéreo supone una «ventaja competitiva injustificada» desde el punto de vista ambiental y energético, ya que los efectos de las emisiones son similares independientemente del modo de transporte.
Ayudas públicas
Para desgranar estos datos el primer punto clave son las subvenciones públicas que recibe cada modo de transporte. El estudio analiza que, en total, el transporte terrestre recibe 1.834 millones de euros al año, con la mayor parte (990 millones) destinada al transporte de viajeros en autobús en el interior de las principales áreas urbanas. También se incluyen las obligaciones de servicio público (rutas OSP), las bonificaciones para familias numerosas y las ayudas al transporte escolar y de movilidad reducida.
En el caso de los trenes, las subvenciones ascendieron a 2.681 millones, donde la cifra más alta corresponde a las rutas OSP (1.460 millones). Es destacable que 1.200 millones se destinan al desarrollo de servicio de metro y tranvía en los núcleos urbanos. Y en el aéreo, 665 millones en ayudas para rutas OSP y en bonificaciones para los residentes de Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla.