El consumo de biocarburantes en España debe casi multiplicarse por cuatro, pasando de las actuales 600.000 toneladas equivalentes de petróleo (TEP) a 2,2 millones en tres años para que se cumplan las previsiones del Plan de Energías Renovables 2005-2010. Así lo ha asegurado Alberto Fernández, responsable de proyectos de Biomasa del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), durante el Congreso Internacional de Biodiésel y Bioetanol que se celebra en La Coruña y cuya inauguración tuvo lugar ayer.
Durante su intervención, Fernández recordó el fuerte proceso de cambio que ha experimentado el sector de los biocombustibles desde que se inauguró la primer planta de bioetanol en España en 1999. Desde esa fecha, la producción se ha multiplicado por diez y se han puesto en marcha otras doce plantas de biodiésel. Cree, no obstante, que aún permanecen fuertes barreras para que el acceso a los biocarburantes sea igual que el que existe para gasolina y gasóleo. Estas previsiones no coinciden con las de las Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), que son mucho más pesimistas y reducen el consumo a 137.000 toneladas. A su juicio, la solución a este problema pasa por establecer una obligación de biocarburantes, mediante la cual las petroleras incorporen un porcentaje obligatorio de biocarburantes en relación a la gasolina o gasóleo que pongan en el mercado.