La subida -efectiva desde el 1 de enero- es inferior a la registrada en los últimos ejercicios, al menos desde 2005, cuando rozó el 3%. La actualización se calcula a partir de la media IPC interanual registrado en cada uno de los 12 meses precedentes, de la antigüedad de cada concesión y de la relación entre el tráfico esperado y finalmente registrado en cada vía.
A partir de esta fórmula, cada concesionaria deberá ajustar la subida media obtenida (el mencionado 2,53%) a cada una de sus autopistas. Esta revisión media se aplicará a toda la red estatal de autopistas, salvo a las dependientes de la Generalitat de Cataluña, al túnel de Sóller de Palma de Mallorca, a Autopistas de Navarra (Audenasa), que explota la A-15 Tudela-Irurzun, y a pequeñas vías de pago dependientes de los gobiernos del de Galicia y el País Vasco, que tienen un sistema de revisión de precios particular.