Las nuevas medidas, aprobadas este pasado lunes en Bruselas, ayudarán a los Estados miembros combatir mejor el fraude fiscal, en este caso en el pago del IVA, de manera más rápida y eficaz. La primera directiva, el mecanismo de reacción rápida permite a los Estados miembros tomar medidas inmediatas en el caso de que detecten irregularidades. Para la UE, los fraudes evolucionan rápidamente por lo que dan lugar a situaciones que requieren una respuesta de igual rapidez.
El segundo mecanismo es el de cobro inverso, para combatir el
fraude carrusel, que se produce cuando una empresa se queda el importe
del IVA que cobra a los clientes al vender el producto en otro país.
Mediante esta resolución, los Estados pueden responsabilizar del pago
del impuesto a la parte que normalmente es receptora, aunque solo es
aplicable en algunos sectores como la telefonía móvil, los ordenadores y
las telecomunicaciones. Ambas directivas solo podrán aplicarse hasta final de 2018. Si los
Estados quieren prolongarlo, deberán aprobarlo en Consejo por
unanimidad.