En España una pequeña y mediana empresa (pyme) no era lo mismo que en
Europa. Hasta el sábado pasado, para el Banco de España se consideraba
pyme una empresa de menos de 50 empleados, un máximo de 5,7 millones de
facturación y 2,8 millones de activo. A partir de ahora, con una
circular del supervisor publicada el sábado en el BOE del 12 de octubre, se amplía el concepto de pyme hasta los 250 empleados, 50
millones de facturación y 43 millones de activos. La redefinición del
concepto de pyme con los parámetros europeos tiene importancia para los
bancos porque podrán conceder créditos a empresas más grandes que antes
con menor consumo de capital.