El tope pasará de 203 g/km a 147 g/km en 2020. El texto, que ya ha sido acordado con los Veintiocho, también pide un método más fiable para medir las emisiones. Para facilitar la adaptación a la nueva normativa, los fabricantes contarán con un sistema de supercréditos que concede facilidades para la financiación de vehícuos que emitan menos de 50 g/km. No obstante, esta herramienta solo estará disponible hasta 2018.