Así se extrae de las conclusiones del Informe de Pagos por Sectores 2016, elaborado por Intrum Justitia, compañía especializada en gestión del crédito en Europa. Entre las principales causas que los transportistas barajan para justificar estos retrasos destaca las dificultades financieras de los deudores, razón señalada por el 73% de los preguntados.
Asimismo, el
impago intencional (67%) y los problemas administrativos (48%) son otras
razones identificadas.El estudio concluye que la morosidad representa una amenaza real para la
supervivencia de las empresas del sector: el 43% de las consultadas
evalúa este hecho como de ?medio a muy grave?. A pesar de su
trascendencia, este riesgo no es el más acusado, ya que un 55% sitúa en
este grado de gravedad el coste adicional de los intereses. La pérdida
de beneficios y la restricción de liquidez, señaladas ambas por el 49%
de las compañías, son otras consecuencias comunes. El fomento del empleo
es otra de las áreas que se ve condicionada por los retrasos e impagos.
Así, el 46% de las organizaciones asegura que cobrar a tiempo les
permitiría contratar nuevo talento. Es más, el 35% de las encuestadas
apunta hacia la posibilidad de que puede obligarles a realizar despidos.
Los costes generados por los retrasos en los pagos son también
importantes: una media del 3,2% de los ingresos anuales de las empresas
de transporte y almacenamiento se lleva a pérdidas, frente al 2,7% de
otros sectores. Además, la situación no tiene perspectivas de mejora, ya
que el 91% confiesa que la evolución del riesgo de impago en su
sociedad aumentará o permanecerá estable en los próximos doce meses.